Tú, cristAL inaCabado,
Fuiste presente, nunca pasado,
cual deseaba incógnito.
Nunca futuro, cual deseaba
incierto, indómito.
Asombrosamente segura
te acercaste prendiendo
la mecha de mis pensamientos,
en debate sobre deber y querer.
Luego ardió mi piel
con el roce de tu abrazo
con el goce de tus besos.
Me has devuelto confianza,
por mi añorada en un tiempo.
Me has dado una chispa
de alegría, de Vida.
10-8-2005
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