sábado, 20 de noviembre de 2010

Tres sonetos

I-
Sin encargo escribo estos tres sonetos,
gratuitos (pues no son remunerados),
repentinos (porque hoy pienso acabarlos)
con temática intrascendente, escuetos.

No busco ser elocuente con ellos,
ni tampoco impresionar a letrados
con versos, recursos elaborados,
metáforas y geniales destellos.   

Quiero rellenarlos sin decir nada,
cual político, liante o abogado,
así en demagogia premeditada.

Podría incluso usar versos robados,
o hacer pastiche con mi obra pasada.
Tengo ilusión de ver el resultado.


II-

Podría escribir de nuevo amoroso
o podría divagar con razones
para mejorar la vida del hombre.
Podría ser científico o piadoso.

Quizá denunciar lo injusto, el acoso,
la pobreza del mundo, las prisiones
que el sistema implanta sin condiciones,
el abuso, la injuria, al poderoso.

Todo quedaría escrito en papel.
Un puñado de buenas intenciones.
¡No quiero propaganda ni cartel!

Sólo busco un momento de reposo
para terminar el sudoku aquel
de rimas, sílabas y agrupaciones.


III-

Un deseo me instiga a ser violento,
a persuasiones mil firme tornarme,
a hallarlo limpio y encajarla justa.
En mi vida me he visto en tanto aprieto.

La que ves en piedad, en llama, en vuelo,
mira fiel, mansa ocupa y surca grave
triunfa eterna, está firme, vive pura,
y parece que entre con pie derecho.

Consenguir que le aparte la camisa,
y no poder compartir más placeres
que lo que no me des y no te pida.

¡Lejana y dulce en tuétano metida!
Efímeras sus ardores padecen
del te quiero me quieres, siempre ungidas.

                                               20-11-2010