miércoles, 23 de febrero de 2011

NO SÉ NADA


porqué bebo si no quiero,
porqué me río hasta el delirio,
porqué me evado en sensaciones,
porqué sigo aferrado al rechazo,
al recuerdo de un sentimiento,
que como droga estimula mi melancolía,
porqué pongo excusas,
porqué mis palabras cambian con los días.

La oferta de vida es perfecta,
pero no puedo con ella.
Me niego mi presente, anclado.
Desconozco lo que me conviene...
Debato entre encontronazos
de hormonas y sentimientos.
Rechazo el orden que me ofrecen,
su exquisito y orgánico funcionamiento.

Prefiero pues el caos de mis dudas
que el resentimiento y el miedo
por no estar a la altura,
por ser incapaz de estarlo.
Lo siento.
                                    23-2-2011

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