jueves, 26 de agosto de 2010

Mi mente entre ti

y las tensas cuerdas

que nos separan.

Es el susurro de tu voz,

su hiriente intensidad

la que me tiene cautivo

en los bordes de tu boca,

sin poder traspasar

los barrotes que te protegen.

Intento malearlos,

templarlos, dominarlos

para causar un cambio

en tu respuesta .

Quizá oiga la que deseo,

la que ardorosamente

busco, pero eres esquiva

y te mantienes férrea

dificultando mis intenciones.

Sentados te mantengo,

abrazándote, sintiendo

el tacto de tu brillante tez,

golpeando con mi aliento

las sinuosas curvas de tu cuerpo.

Y así día tras día

voy acercándome a ti,

te voy comprendiendo,

escuchándote y compartiendo

contigo mi sentir.

Ojalá pueda llegar

a tu más íntima realidad,

respirar dentro tu vientre

el aroma de tu ser

y juntos fundirnos en arte.

11-11-05

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